La Fenómeno RAM y la Crianza
En el mundo de la Educación cada vez es más frecuente escuchar lo importante que es no abusar de la memorización y sobre todo no confundir memorización con aprendizaje pero lo que poco se menciona es el efecto que el proceso RAM produce en el desarrollo de nuestros hijos y en las relaciones afectivas que se establecen entre los miembros de la familia.
Las siglas RAM se refieren al registro automático de la información que va llegando a nuestro cerebro y que queda almacenada en nuestra memoria.
Así como los seres humanos no somos libres de dejar de pensar, tampoco podemos impedir que nuestra memoria archive los millones de experiencias que se nos van presentando. Es decir que se trata de un fenómeno involuntario que no podemos evitar.
Este debe ser un conocimiento importante que los adultos y los padres de familia debemos tener en cuenta porque desde la cuna los niños van almacenando impresiones placenteras o ingratas que reciben a través de sus padres o de los adultos que intervienen en su crianza. El afecto y la seguridad que les transmiten son básicas para la formación de su autoestima en todas las etapas de su desarrollo.
De la misma manera, el vigilar que los menores no permanezcan sobreexpuestos a demasiados estímulos visuales y auditivos facilitará que sus mentes dispongan de espacios para la reflexión y la profundidad del pensamiento. Es muy importante que los hijos crezcan en ambientes libres de violencia, almacenen pensamientos positivos y aspiren a convertirse en las mejores personas posibles.
Pedagogos reconocidos como el Dr. Augusto Cury recomiendan que nuestros hijos crezcan en un ambiente de valores éticos firmes pero amorosos, sin temores ni rencor hacia sus padres, de tal manera que en su memoria se forje un imagen de credibilidad y confianza.
En otras palabras, dado que nuestros hijos recibirán toda clase estímulos, que éstos se convertirán en experiencias y se acumularán en su memoria, hagamos todo lo posible porque almacenen las experiencias más gratas y benéficas, en especial aquellas que los conviertan en personas útiles y felices.
¡Feliz inicio de clases y muy buen curso escolar 2024- 2025!
María del Carmen Salazar Hernández